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  • Aminas y su uso

Las aminas son sales orgánicas (como la hidróxilamina y la morfolina) que se utilizan para neutralizar agentes corrosivos en el vapor y sus condensados, evitando de esta forma posibles corrosiones.  Los últimos estudios las presentan como tóxicas y cancerígenas y por lo tanto no se deben usar en la industria alimenticia, farmacéutica, envasadora y de cartón.

POWERMASTER no recomienda el uso de aminas para neutralizar agentes corrosivos.

Existen otros productos inhibidores de los agentes corrosivos, que logran el mismo efecto, como son los hidróxidos de amonio, contenidos en los productos ”Powerline” que vende nuestra filial CALDERAS Y TRATAMIENTOS DE AGUAS INDUSTRIALES, S.A. DE C.V., logrando el mismo objetivo, pero sin ser tóxicos, contaminantes y mucho menos cancerígenos. 

Se recomienda el uso de inhibidores de corrosión para las líneas de vapor y condensados cuando las calderas, no hayan sido alimentadas con agua desmineralizada a través de un desmineralizador de agua o por osmosis inversa.

POWERMASTER recomienda su producto “Powerline” que no contiene aminas, contiene hidróxidos de amonia que no son tóxicos ni contaminan.

Cualquier producto inhibidor de corrosión que se le agregue a la caldera, acompañará al vapor y al entrar en contacto con el ácido carbónico, lo neutralizará.

Si el agua de alimentación de la caldera contiene sales solubles como bicarbonato de sodio, bicarbonato de calcio o bicarbonato de magnesio, por no haber sido desminarelizada o por no haber pasado por un sistema de osmosis; al ser evaporada dentro de la caldera desprenderá de dichas sales, sólidos insolubles que se quedarán en la caldera y otra parte de bióxido de carbono gasificado que se irá con el vapor.  El bióxido de carbono en sí no es corrosivo, pero si existen arrastres de agua en el vapor de la caldera, o condensados de agua por falta de aislamiento y trampas, o finalmente si presentan los condensados generados por el proceso: el bióxido de carbono al entrar en contacto con el agua forma ácido carbónico que disminuye el pH y corroe las tuberías y demás componentes de acero, si no cuentan con un adecuado tratamiento químico inhibidor de corrosión.

Por lo anterior, para evitar la corrosión en las tuberías, se recomienda usar agua desmineralizada o pasada por osmosis o de otra forma agregar un producto inhibidor no tóxico.  (No recomendamos el uso de aminas).

La caldera de tubos de humo por tener un domo muy grande con un volumen de vapor gigante y traer un separador de humedad, suministra un vapor mucho más seco que el de una caldera de tubos de agua que cuenta con un domo de menor volumen de vapor o solamente con un separador de agua que normalmente tiene arrastres de agua significativos en el vapor.  Esto significa que la caldera de tubos de humo, al poder suministrar vapor más seco, limita en un mayor grado la posible corrosión en las líneas de vapor, pero en ambos casos, una vez que se presentan los condensados por el proceso, ambos tipos de caldera, van a requerir de inhibidores de corrosión, a menos de que se cuente con un sistema desmineralizador de agua o un sistema de osmosis que elimina por completo las sales solubles en la alimentación de agua a la caldera.

 

 
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